WASHINGTON, 19 Abr 2011 (AFP
Establecer la secuencia del genoma resulta cada
vez más rápido y barato, y puede eliminar las meras conjeturas en el
tratamiento del cáncer y ofrecer claves personalizadas para combatir los
tumores, dijeron médicos este martes.
En 2003 se descifró por primera vez la secuencia
del genoma humano, seguida de la del primer tumor en 2008, lo que
fascinó a los médicos con un potencial precedentes para personalizar el
tratamiento.
Sin embargo, persiste la controversia acerca de
cuestiones éticas que aparecen cuando las personas empiezan a saber más
sobre sus mapas genéticos, desde preocupaciones sobre la privacidad
hasta decisiones sobre la procreación y la exploración de los defectos
genéticos de la descendencia.
Dos estudios publicados en el Journal of the
American Medical Association detallan cómo la secuencia del genoma de un
paciente condujo a los médicos a un tratamiento diferente contra la leucemia, mientras que otro paciente murió pero dejó a sus tres hijos con información potencialmente valiosa sobre su futuro genético.
Los autores del estudio dijeron que esos casos
ofrecen la esperanza de que, dado que la tecnología se abarata y los
investigadores reúnen más datos sobre el cáncer y sus variadas
mutaciones, el campo de la oncología se transforme en los próximos cinco
o diez años.
Lo que habitualmente costaba decenas de millones
de dólares e insumía meses, ahora cuesta alrededor de 40.000 dólares y
puede suministrar resultados detallados en cerca de seis semanas, dijo
Richard Wilson, director del Instituto Genoma de la Universidad de
Washington.
"Fue muy revelador para mí en estos diez años que he estado trabajando en el genoma del cáncer", declaró Wilson a la AFP.
"Pensamos en la leucemia,
en el cáncer de pulmón o en el cáncer de mama como si fueran la misma
enfermedad en todos los pacientes, pero las cosas no son así", dijo.
"Es una compleja enfermedad genética... en la
gran mayoría de los casos se querrá saber cómo el genoma causa la
enfermedad para tratarla con efectividad".
Un estudio centrado en una mujer de 39 años parecía ser un clásico caso de leucemia promielocítica aguda (APL), pero carecía de las señales genéticas habitualmente asociadas a ella.
Al secuenciar el genoma de la paciente y del
tumor y comparándolos, los médicos se dieron cuenta de que la mujer
tenía una inusual inserción genética de un cromosoma en otro, que
mimetizaba un tipo de cáncer que se trata mejor con quimioterapia en
lugar de un riesgoso transplante de médula ósea o un tratamiento con
células madre.
"La secuencia del genoma de las células con leucemia
del paciente ofrece la oportunidad de resolver este dilema en tiempo
real y nos permite hacer el diagnóstico correcto y recomendar una
terapia" específica, dijo el oncólogo del paciente, Peter Westervelt, de
la Universidad de Washington.
La paciente está ahora en camino de recuperación, cuando llegó con posibilidades de sobrevida de menos de 15%.
Cientos de pacientes en Estados Unidos y el
Reino Unido ya aceptaron que se estudiara su genoma y un puñado de
empresas están adelantando la tecnología, dijo Boris Pasche, de la
Universidad de Alabama en Birmingham.