Las medidas adoptadas en los países desarrollados para
reducir las enfermedades no transmisibles (las principales causas de mortalidad
en el mundo) han aumentado la esperanza de vida de las mujeres de 50 años o más
en los últimos 20 a 30 años. Sin embargo, según un estudio publicado en el Boletín
de la Organización Mundial de la Salud, en la actualidad la brecha en la
esperanza de vida entre las mujeres de los países ricos y pobres es cada vez
mayor.
El estudio de la OMS, uno de una serie de artículos en un
número especial de la revista dedicado a la salud de la mujer más allá de la
reproducción, halló que las principales causas de muerte de las mujeres de 50 años
o mayores en todo el mundo son las enfermedades cardiovasculares (enfermedades
cardíacas y derrame cerebral) y el cáncer, pero que en los países en desarrollo
estas muertes se producen a edades más tempranas que en el mundo rico.
El estudio es uno de los primeros en analizar las causas de
muerte de las mujeres de 50 años o más de un amplio abanico de países. Sus
hallazgos indican que en la actualidad, la prevención, la detección y el
tratamiento de las enfermedades no transmisibles son insuficientes en muchos
países.
«Teniendo en cuenta la importante reducción de la mortalidad
materna y el aumento del número de mujeres mayores en los últimos 10 años, los
sistemas sanitarios de países de bajos y medianos ingresos deben ajustarse en
consecuencia; de lo contrario, esta tendencia seguirá en aumento», afirmó el
Dr. John Beard, Director del Departamento de Envejecimiento y Ciclo de Vida de
la Organización Mundial de la Salud (OMS) y uno de los autores del estudio.
«Cambiar la exposición de las mujeres en las primeras etapas
de su vida, sobre todo en relación con la salud sexual, el tabaco y el uso
nocivo del alcohol, es esencial para revertir la epidemia de enfermedades
crónicas», afirmó Beard.
Hay métodos conocidos y rentables para hacer frente a estas
enfermedades no transmisibles comunes, como la prevención, el diagnóstico
precoz y el tratamiento de la hipertensión arterial, la obesidad y el
colesterol alto y la detección y el tratamiento del cáncer.
«La mejor forma de hacer frente a estas condiciones en los
países de bajos y medianos ingresos es desarrollar los servicios sanitarios
existentes, para que puedan detectarse a tiempo y controlarse con un
tratamiento efectivo», dijo Beard. «Así, por ejemplo, los servicios de salud
materna pueden ofrecer la detección y el manejo adecuados de la diabetes
gestacional para evitar que las madres padezcan sobrepeso o diabetes en el
futuro».
Los países desarrollados han adoptado medidas para combatir
estas enfermedades en los últimos 20 a 30 años, cuyos resultados se muestran.
De acuerdo con el estudio de la OMS, son menos las mujeres de 50 años o mayores
de estos países que mueren por enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y
diabetes que hace 30 años; estas mejoras de salud son las que más ayudaron a aumentar
la esperanza de vida de las mujeres de 50 años.
A los 50 años, las mujeres en Alemania y Japón ganaron 3,5
años de esperanza de vida, gracias a las mejoras en dichas áreas de salud, y
hoy pueden esperar vivir hasta los 84 y 88 años, respectivamente.
En Francia, el Reino Unido y Chile, la esperanza de vida de
las mujeres de 50 años de edad aumentó en unos 2,5 años a 36,7, 34,4 y 34,3
años, por lo que pueden esperar vivir hasta los 83 o 84 años, gracias a las
mejoras en estas áreas de salud, según el estudio.
Mientras tanto, en México y la Federación de Rusia, la
esperanza de vida de las mujeres de 50 años de edad aumentó más lentamente, en
2,4 y 1,2 años, por lo que pueden esperar vivir hasta la edad de 80 y 78 años,
según el estudio.
Si bien la incidencia del cáncer de mama aumentó en general
durante el mismo periodo de 30 años, hubo menos casos de muerte por cáncer de
mama y de cuello uterino entre las mujeres de 50 años o mayores, gracias a la
disposición de un diagnóstico precoz y al tratamiento oportuno.
Entre 1970 y 2010, las muertes de mujeres de este grupo de
edad por enfermedades cardiovasculares y diabetes se redujeron en una media de
66% en 11 países ricos: Chile, Francia, Alemania, Grecia, Japón, Nueva Zelanda,
México, Polonia, la Federación Rusa, el Reino Unido y los Estados Unidos de
América, según el estudio.
Los 194 Estados miembros de la OMS acordaron un plan de
acción mundial para la prevención y el control de enfermedades no transmisibles
(ENT) en la Asamblea Mundial de la Salud celebrada en mayo. El plan propone
medidas que los países pueden adoptar para luchar contra estas enfermedades en
los próximos siete años.
«Sabemos que las medidas propuestas en el Plan de Acción
Mundial de la OMS para las ENT de 2013-2020 son eficaces para reducir la carga
de mortalidad y las enfermedades causadas por enfermedades no transmisibles.
Este estudio pone de relieve la importancia que tiene para todos los países
adoptar el plan de acción mundial de la OMS y ponerlo en práctica», dijo el Dr.
Oleg Chestnov, Subdirector General de Enfermedades No Transmisibles y Salud
Mental.
«Los objetivos del Plan de Acción, que incluyen una
reducción relativa del 25% en la mortalidad general de los hombres y mujeres de
edades comprendidas entre 30 y 70 años a causa de enfermedades
cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedades respiratorias crónicas, deben
ser una prioridad para toda la salud pública y los asociados para el
desarrollo» declaró Chestnov.
Los países reunidos en la Asamblea General de las Naciones
Unidas en septiembre de 2011 acordaron tomar medidas para hacer frente a las
enfermedades no transmisibles en la Declaración Política de la Reunión de Alto
Nivel de la Asamblea General de la ONU para la Prevención y el Control de las
Enfermedades No Transmisibles.
Hoy en día, cerca de 280 millones de mujeres de 50 años o
más viven en regiones desarrolladas y cerca de 550 millones en países en
desarrollo. No obstante, en 2050 casi una quinta parte (19%) de la población
mundial estará formada por mujeres mayores de 50 años, de las cuales 379
millones vivirán en regiones las desarrolladas y 1,5 billones en las regiones
menos desarrolladas, según el estudio.
«El hecho de que las enfermedades no transmisibles afectan a
estas mujeres a una edad más temprana en los países menos desarrollados tiene
consecuencias importantes, ya que estas muertes son devastadoras para los
individuos, las familias y las sociedades», dijo Beard.